Medición y control de calidad

El tema de este mes es la medición y el control de la calidad. Como bien saben todos los ingenieros, lo que no se mide es muy difícil —o imposible— de mejorar. En la industria papelera, en cada etapa del proceso se deben observar y controlar con mucha precisión todos los parámetros que influyen en la calidad del producto fabricado. Presentamos aquí solo una muestra, a través de seis artículos técnicos, de los muchos
aspectos de la fabricación del papel que conviene examinar con unas tecnologías cada vez más sofisticadas para alcanzar la mejor calidad posible de producto. La empresa BTG explica cómo el hecho
de medir la carga disuelta en la pasta y la carga de la fibra puede ayudar a mejorar la dosificación de químicos. IDM Test subraya la necesidad de calibrar con rigor los instrumentos de medición que se utilizan en las fábricas de papel. IGT presenta un sistema diseñado para analizar el desprendimiento de pelusas durante la fabricación de papel.
Por su parte, Techpap expone la tecnología que ha desarrollado para efectuar un análisis detallado de la morfología de la fibra, con mediciones digitales en línea y muestreo automático. En cuanto a Papertech, propone una metodología para medir de forma automática la cantidad de impurezas en la pasta de papel. Todas estas acciones tienen evidentemente un impacto positivo en la reducción de los costes de producción.
La fábrica de papel Hinojosa Alquería, al que está dedicado nuestro reportaje, es un perfecto ejemplo de fábrica que ha sabido invertir en control de calidad, tanto en las máquinas e instrumentos como en las personas, lo que le ha permitido mejorar su eficiencia y la calidad de sus papeles.
Y si la industria ha llegado tan lejos en la mejora de sus productos y procesos, es gracias al esfuerzo conjunto de los responsables de fábrica, de los operadores y proveedores, sin olvidar la importancia
que supone el estímulo de los clientes.
Pero queda mucho camino por recorrer, sobre todo en la descarbonización —un aspecto de la fabricación de pasta y papel que también requiere mediciones—, como recordó Sylvain Lhôte, director de la Confederación Europea de las Industrias del Papel (CEPI) en su alocución durante la reunión anual del Foro de Papel que se celebró recientemente en Madrid. Según Lhôte, se debería « apuntar a la neutralidad
en cuanto a emisiones de carbono. No todos los sectores son capaces de hacerlo ; por suerte, somos una de las industrias mejor posicionadas para alcanzar esta meta exigida por la Comisión Europea. Como industria basada en recursos forestales, tenemos una oportunidad única de situarnos a la vanguardia de esta transición, puesto que la materia prima con la que trabajamos es renovable y reciclable », indicó Lhôte. « Disponemos de una gran variedad de soluciones y hemos de mirar hacia soluciones locales. La cuestión es a qué coste y con qué plazo somos capaces de operar esta transformación ». Valvanera Ulargui, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio de Transición Ecológica, se mostró optimista durante el encuentro en Madrid porque « de la voluntad política hemos pasado a la medición y a una hoja de ruta, y vemos ahora los impactos reales de las medidas tomadas ». Ulargui coincidió con Lhôte al decir que « el sector del papel tiene una gran oportunidad : puede actuar en la eficiencia energética, en los procesos productivos, en que la materia prima que utiliza sea una madera certificada, y en la economía circular ». En definitiva, todo parece indicar que estamos en el buen camino, pero con la condición de seguir midiendo !