Un sector dinámico que no quiere incertidumbre
En el contexto actual de una economía mundializada, la industria en general y nuestro sector en particular pueden verse afectados por cualquier tribulación política. Lo que acaba de ocurrir en el Reino Unido con el brexit no es un evento menor. La consulta sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea confirma la convicción expresada cada vez por más personas : el referéndum no es el formato adecuado para que una sociedad tome decisiones sobre temas cruciales para su futuro. Si bien se presenta como un método democrático, son innumerables los argumentos que demuestran los límites de este instrumento.
Por un lado, en función de quién lo proponga y de cómo se formule la pregunta, resulta difícil tratar la cuestión con objetividad. Por otro lado, el referéndum propone dos opciones opuestas mediante una pregunta binaria —blanco o negro—, a diferencia del sistema parlamentario que permite un debate con más matices que puede llevar al acercamiento de distintas visiones. Asimismo, una decisión importante, si se toma por mayoría simple, es en cierto modo arbitraria ; tal vez se debería adoptar por una mayoría de dos tercios. Por su naturaleza, un referéndum divide inevitablemente una población y tiene un carácter irreversible, al contrario que las reformas discutidas en el seno de un parlamento, las cuales en principio pueden ser revocadas por el gobierno siguiente. Quizás se debería reservar el instrumento del referéndum para ratificar una decisión o una constitución que especialistas hayan previamente estudiado en las cámaras de representantes. Por último, hay que considerar el coste económico que representa su organización y el tiempo que los ciudadanos han de dedicar si quieren ponerse al corriente de la cuestión planteada y reflexionar en profundidad sobre sus consecuencias. Y sobre todo, supone un derroche considerable de energía y tiempo para los representantes del pueblo, que en una democracia parlamentaria deberían dedicarse a trabajar para el conjunto de la sociedad y tomar ellos mismos las decisiones, por difíciles que sean. El ejemplo británico es significativo de una tendencia, tanto en España como en otros países, a exagerar las bondades del referéndum.
El tiempo perdido y la incertidumbre no son buenos para las empresas ni para la economía. Cuando un grupo como SAICA decide invertir en el territorio británico, necesita visibilidad a largo plazo. Las políticas energéticas y económicas de la Unión Europea sufrirán retraso y eso es perjudicial para nuestra industria. Son solo dos ejemplos de efectos directos que el brexit podrá tener sobre nuestro sector.
En este número, además de artículos técnicos sobre varios temas, en particular el de las vestiduras de máquinas de papel y cartón, podréis leer una entrevista a Juan Vila, presidente de la asociación GasIndustrial, que explica cómo el mercado organizado del gas está empezando a funcionar en España, con el efecto concreto del descenso del precio del gas industrial, condición imprescindible para que las empresas papeleras puedan ganar en competitividad frente a sus competidores europeos. Presentamos asimismo unos interesantes artículos en la sección Investigación. Otras buenas noticias son el balance 2015 relativamente positivo que el Clúster del Papel de Euskadi presentó en su asamblea general anual, y el éxito cosechado por los eventos celebrados esta temporada en Alemania : tanto en la Drupa como en Zellcheming se obtuvieron records de asistencia y se percibió el dinamismo del sector.
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