Vamos a cerrar el 2009 como un año que recordaremos por estar marcado por la crisis económica mundial y por ser el principio del gran cambio estructural que irá tomando forma en los años sucesivos, donde economía, sociedad
y medioambiente tendrán forzosamente que entenderse.
La industria forestal tradicional también está cambiando, tanto a nivel interno (con nuevos enfoques energéticos, etc.), como
a nivel externo (consideraciones políticas, económicas, medioambientales, tecnológicas, etc.).Lo mismo sucede con todas las industrias derivadas de ella.
Mª Teresa Presas, Directora de CEPI, comunicaba en la reciente PaperWeek y en otros foros de intercambio, que se sentía muy complacida de comprobar que los expertos consideraban las industrias de productos forestales como
parte de la solución al problema del cambio climático. Esta consideración positiva da la vuelta a la idea histórica de Industria Papelera sinónimo de Catástrofe Medioambiental. Al contrario, ahora se pueden presentar sus
productos como medioambientalmente amigables y reciclables ; algunos incluso se comercializan con la etiqueta de “Carbon Neutral”.
Teniendo siempre en cuenta que no hay ninguna actividad humana que no tenga un impacto sobre el medioambiente, no todas las industrias cuentan con las ventajas medioambientales que tiene el papel. Por esta razón, algunas asociaciones papeleras están empezando a difundir y a explicar este cambio de visión del sector y a rebatir las acusaciones y ataques que desde otras industrias competidoras se lanzan sobre el papel como sinónimo de despoblación forestal, del tipo “salva un árbol, no consumas papel”.
Todos los sectores industriales intentan influir sobre las decisiones de compra de los ciudadanos en todos los países. En este sentido el sector papelero en su globalidad (incluidos los suministradores) tiene un rol importante en la
divulgación de las ventajas de estos productos frente a otros.
Con este mensaje el sector papelero invierte en su futuro.
Por otro lado, las necesidades de los consumidores y las de otras industrias ya no son las mismas que antes, por lo que se necesita un enfoque completamente nuevo para adaptarse a las realidades del mercado y de los negocios.
Y en este futuro que se dibuja muy competitivo es imprescindible abrir nuevos caminos para que la industria papelera pueda volver a ser rentable. Actualmente estamos comprobando cambios en las empresas, y especialmente en los directivos de multinacionales, que son sustituidos por otros o que han renunciado a sus puestos, posiblemente por la dificultad de redirigir el rumbo de las empresas a partir de unas inercias establecidas. Globalmente, las multinacionales del papel y cartón han adelgazado y se han hecho más pequeñas. En el sector de los suministradores también ha sucedido
lo mismo, a la vez que han aparecido nuevas empresas con estructuras mínimas, muy flexibles, con poca inversión y aprovechando todos los conocimientos y las posibilidades del mercado. Son algunos de los cambios
apreciables.
Desde El Papel les deseamos a todos un buen año 2010, y que los cambios les sean favorables.
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