Una guerra Energética
Lula lo ha dicho : “¿Porqué criticar tanto la producción
de biocombustibles y tan poco la especulación sobre
los precios del petróleo, cuyo valor de venta es casi 5
veces superior al precio de coste ?”.
Distintas son las guerras abiertas actualmente en el tema
de la energía, y especialmente en el segmento de la bioenergía,
es decir, la energía producida a partir de materias
primas renovables, entre las cuales, los cereales y la madera, dos plantaciones
que afectan muy directamente a la industria papelera. Los cereales, porque su carestía
encarece el precio de los almidones ; y la madera porque es la materia prima
básica de la industria papelera. Nuestra industria ha sido clara : Biocombustibles
si, pero sólo a partir de residuos, ya sean de la madera u otros. No a partir de madera
apta para otros usos.
El segmento de productores de bioenergía, joven y con un gran potencial de crecimiento,
se está viendo atacado desde diversos ángulos, entre otros por algunos
grupos ecologistas, por diversas industrias históricas y consolidadas, y seguramente
también, por los propios productores de petróleo, si bien no abiertamente.
Para luchar contra estos ataques, se ha creado este mes de mayo en Suecia la asociaciónWorld
Bioenergy, que quiere ser internacional y hablar con una sola voz
para la promoción y defensa del sector de la bioenergía. La asociación quiere también
transmitir a la sociedad un mensaje de tranquilidad sobre los modos de producción
de estos biocombustibles. Un paso que considera necesario es el de la
certificación de su producción sostenible, y asegurar que las condiciones de trabajo
y sociales sean aceptables. Otro objetivo importante de laWorld Bioenergy
es el de monitorizar el potencial de producción de bioenergía en cada país, para
conocer lo existente y el potencial futuro de producción.
Hay que aplaudir la iniciativa, que se presenta oficialmente el 28 de mayo. Porque
es imprescindible un entendimiento rápido entre todas las partes que han sido
alteradas con la llegada de esta “nueva” industria.
En las fábricas de pasta y papel la investigación es densa en materia de eficiencia
energética, con innovaciones y desarrollos en todos los puntos de la cadena. El
proceso LignoBoost (una investigación conjunta entre el instituto sueco STFI-Packforsk
y la empresa Chalmers, comprado hace unos días por Metso Paper) es solo
uno de los ejemplos posibles (ver artículo Materias Primas/I+D en las páginas 29
a 31 de esta edición). Mediante este proceso se puede utilizar el licor negro de la
lignina como combustible fósil para los hornos de cal en las fábricas de celulosa.
Una instalación típica de LignoBoost podría producir unas 50.000 tm/año de lignina,
las cuales pueden sustituir a unas 32.000 tm/año de combustible fósil. Aunque
ésta es una opción interesante para reutilizar los residuos de lignina de la
fábrica de celulosa transformándolos en Biocombustibles, también se están interesando
por estos residuos otras industrias para fabricar productor químicos, lo
que a su vez puede crear tensión en su suministro. Estamos en la carrera por elmáximo
y más rentable aprovechamiento de las materias primas renovables. Actualmente,
ser “Bio”, vende.
La energía tradicional y los biocombustibles son ahora los protagonistas claros de
la industria mundial. La empresas han descubierto un potencial de nuevos negocios
que no van a abandonar. Existen Pros y Contras, pero las legislaciones están
favoreciendo a esta “nueva” industria, que genera muchos intereses encontrados.
Llevará tiempo casar bien todas las piezas de este puzzle energético, hasta ahora
incompleto, en el que siguen apareciendo constantemente nuevos elementos que
modifican lo existente. Es, en el buen sentido de la frase, una “guerra” energética.
Paquita Mulero
[email protected]
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